La Sra. Kang vino a la Iglesia Santuario de Pensilvania a pesar de la oposición de su familia, del presidente de la FFPM de Corea y las amenazas del pastor regional de la iglesia. Ella dejó su celular y salió escondida por temor de ser secuestrada. Debido a que ella no tiene lugar donde puede estar (segura) en Corea, ella vivirá en la habitación que se había preparada en Pensilvania para cuando la Madre volviera.
La siguiente es la traducción de la carta de la Sra Kang:
Queridos hermanos y hermanas Mi nombre es Hyun-shil Kang En 1952 en Pom Net Kol de la ciudad de Pusan (Corea del Sur) escuché las palabras del Padre y fui inspirada y llena de gratitud por haber encontrado la solución a los problemas de la vida y del universo; extraño aquellos lejanos tiempos cuando con un corazón de abrazar al cielo y a la tierra con alegría estuve conjuntamente con el Padre, en la primera línea de la Providencia. Luego, fui pionera de las iglesias de Daegu, Daejeon, Kwangju y Pusanjin. Durante 65 años di testimonio de los Padres Verdaderos y recuerdo con cariño esos días de servir con devoción por la restauración de la humanidad, intentando desesperadamente cumplir la voluntad de Dios con Abonim.
En esa era pionera de mi juventud, también experimenté dificultades que no se pueden expresar en palabras. Pasé tanta hambre que me paraba frente a la puerta de un comedero para oler el Gomtang (sopa de huesos de res) tratando de aliviar mi hambre. En cada uno de estos momentos, sentí el apoyo y consejo de Dios y de los Padre Verdaderos; ese amor y felicidad que sentí en aquel entonces me llena aún ahora con profunda emoción.
Seguramente Dios y los Padres Verdaderos conocen mi curso de esos 65 años. Vine por este camino caminando y bailando como una persona loca sin saber si fue un sueño o realidad que yo me había encontrado al Señor de la Segunda llegada. Por haber conocido al Señor de la Segunda Venida durante mi vida, no hay nada que no puedo hacer. Es el camino que vine jurando a Dios, “Aunque yo muera, tengo que ir por este camino; y después de morir, también iré por este camino.” Las palabras de Abonim realmente tienen poder y me hizo loca por el Principio Divino.
Sin embargo, un día escuché palabras que fueron un golpe inesperado. Omoni dijo, “Yo nací sin pecado original desde el vientre que fue purificado durante tres generaciones, pero Abonim nació con pecado original.” Aunque trataba de entender esto, no pude entenderlo y me luchaba con un dolor durante varios días.
Mi conciencia y fe no me permitieron aceptar esto. Tampoco puedo entender las palabras que dicen que Omoni es el Mesías y Dios. Los creyentes cristianos probablemente van a reírse al escuchar las palabras, “los 2000 años del cristianismo eran para recibir a mí, la primogénita.” No puedo creer a la fuerza. No creo que la mujer puede ser el Mesías, el Señor de la Segunda Venida.
Omoni cree que ella es más alta y grande que la posición del Padre quien es el Señor de la Segunda Venida. No puedo creer en degradar la posición del Padre y elevar la posición de Omoni. Quiero investigar más y voy a orar para conocer cómo piensan Dios y Abonim.
No puedo aceptar todas estas situaciones y pienso ir por otro camino. No se preocupen de mí y confío que ustedes sean miembros cariñosos que me cuiden. Amé tanto a la Madre, si esto no hubiera ocurrido nunca hubiera dejado la Iglesia, aunque me empujaran para salir de ella. Soy una de las personas que amaban a Omoni queriendo estar al lado de ella.
Ahora, aunque yo haya salido nunca olvido de la Madre y siempre quiero recordarla y amarla. Quiero acercarme más a Abonim y para acercarme voy a la Iglesia Santuario. Soy mayor de edad, pero el hecho de venir a la Iglesia Santuario fue por mi decisión y voluntad, y creo que fue por la voluntad de Dios y apoyo del Padre. Por eso vine a la Iglesia Santuario de Pensilvania. Adiós, Madre. Quiero encontrarle en el mundo espiritual.
21 de diciembre de 2016 Hyun-shil Kang
(Traducción: D.K.)
Quien es la Sra. Kang en las Palabras del Verdadero Padre en su autobiografía:
El día que terminé de escribir el Wolli Wonbon, dejé mi lápiz y oré, “Ahora es el momento de evangelizar. Por favor, envíame santos a los que pueda dar testimonio." Luego fui al pozo. Era el 10 de Mayo, finales de la primavera. Llevaba puestos unos pantalones tradicionales de Corea forrados de algodón y una chaqueta vieja. Estaba sudando. En ese momento vi a una mujer joven secándose el sudor de la frente mientras se se esforzaba por subir la colina hacia la fuente.
Le dije, “Dios te ha estado dando inmenso amor los últimos siete años.” Ella saltó sorprendida. Habían sido siete años desde que ella había decidido dedicar su vida a Dios. “Mi nombre es Hyun Shil Kang,” dijo ella. “Soy una evangelista de la iglesia Beom Cheon que se encuentra en el barrio al pie de esta colina. Escuché que había un hombre loco aquí, así que he venido a darle testimonio.” Así fue como ella me saludó. La invité a mi casa. Recorrió con su vista el miserable cuarto, haciendo en claro qué tan extraño le parecía. Eventualmente, sus ojos se fijaron en mi escritorio, “¿Por qupe tienes tantos lápices?” preguntó. “Hata esta mañana,” le respondí, “estuve escribiendo un libro que revela los principios del universo.
Creo que Dios te ha enviado aquí para que puedas aprender de mí sobre estos principios.” “¿Qué?” demandó ella, “Estoy aquí porque escuché que había un hombre loco viviendo aquí que necesitaba ser testificado.” Le pasé un cojín para que se sentara, y me senté yo también. El agua del manantial se escuchaba goteando mientras fluía por debajo de nosotros. “En el futuro, Corea desempeñará el papel de estar en la cima del mundo,” le dije. “Las personas se lamentarán por no haber nacido como coreanos.” Ella claramente pensaba que estaba siendo absurdo. “Así como Elías apareció en la persona de Juan el Bautista,” continué, “Jesús vendrá en carne a Corea.” Esto la enojó. “Estoy segura que Jesús tendrá mejores lugares a los que ir que un lugar tan miserable como Corea,” replicó. Y luego dijo, “¿Alguna vez has leído el Libro del Apocalipsis? Yo...” La interrumpí a mitad de la frase, diciendo, “Quieres decir que estudiaste en el Seminario Teológico de Goryo?” “¿Cómo sabe eso?” demandó ella. “¿Cree que la hubiera esperado sin saber al menos eso de usted? Dijiste que viniste aquí para darme testimonio.
Entonces, por favor, enséñame.” Hyun Shil Kang era claramente conocedora de teología. Ella citaba versículos bíblicos uno tras otro en un esfuerzo por atacar mi punto de vista. Ella continuaba retándome fuertemente, y yo estaba ocupado respondiendo a cada uno de sus desafíos con respuestas dadas con fuerte y clara voz. Nuestro debate continuó hasta empezaba a oscurecer, así que me levanté y cociné la cena. Lo único que teníamos además de arroz era un kimchi pasado. Aún así , nos sentamos ahí, con el sonido del agua corriendo debajo, y compartimos esa comida antes de reanudar nuestro debate. Ella regresó al día siguiente y el día después de ese, cada vez para continuar con nuestro debate. Al final, ella decidió dedicar su vida al principio que yo enseñaba. -
Un Ciudadano Global que Ama la Paz Capítulo 3, El loco apuesto que vive junto al pozo de agua.